• CUANDO SE PRODUCE UN DESPIDO COLECTIVO DE TRABAJADORES: Hablamos de despido colectivo, cuando se procede a la terminación plural de un número de contratos de trabajo sin justa causa, en una proporción superior al porcentaje determinado legalmente sin autorización del Ministerio del Trabajo, que al ser declarada su ilegalidad, puede dar lugar al reintegro de los trabajadores por orden judicial.

• CUANDO SE PRESENTA UNA RENUNCIA INDUCIDA: Hace referencia a que, la decisión del trabajador de poner fin a la relación laboral, obedece no a su libre albedrío, sino que fue resultado de la coacción del empleador. En ese caso, de ser así declarado judicialmente, el trabajador puede ser reintegrado si así se ordena judicialmente.
• CUANDO OPERA UN FUERO DE ESTABILIDAD LABORAL REFORZADO (SALUD, PATERNIDAD, MATERNIDAD, LACTANCIA, PREPENSIONADOS, ACOSO LABORAL, SINDICAL): Se presenta cuando una persona que goza de una protección especial, es desvinculada sin que se cumplan los requisitos contemplados por la ley, pudiendo ser reintegrada

• INEFICACIA DE LA TERMINACIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO: La ineficacia es un fenómeno jurídico que consiste en que un acto no genera sus efectos, lo que implica que las cosas deben retornar a su estado natural. En el caso de las terminaciones de contrato cuya ineficacia es declarada, la consecuencia jurídica es que legalmente el contrato de trabajo no se interrumpió, ni finalizó, es decir, que la relación laboral en ningún momento culminó y en consecuencia el vínculo contractual y las obligaciones reciprocas de las partes, están vigentes desde el momento de la terminación unilateral del contrato hasta que se surta el reintegro y lo seguirán de ahí en adelante. De allí que, el tiempo que el trabajador estuvo sin adelantar las funciones para las que fue contratado, se debe computar como si hubiese laborado.

Esto es relevante, como quiera que, de acuerdo a lo establecido en el artículo 8 del Decreto 2591 de 1991, “la orden permanecerá vigente sólo durante el término que la autoridad judicial competente utilice para decidir de fondo sobre la acción instaurada por el afectado”, para lo cual el trabajador “deberá ejercer dicha acción en un término máximo de cuatro (4) meses a partir del fallo de tutela. Si no la instaura, cesarán los efectos de éste.”

Lo anterior significa que, si dentro de la oportunidad correspondiente el trabajador objeto del reintegro no reclama sus derechos ante la jurisdicción ordinaria y en consecuencia cesan los efectos de la acción constitucional, el empleador puede ratificar el despido y a liquidar de nuevo los conceptos laborales. En caso contrario, el reintegro se debe mantener durante todo el tiempo que dure el proceso judicial, en el que deben ventilarse exactamente los mismos hechos y pretensiones de la acción de tutela.

Si tras revisar el fallo, no evidencia que el juez haya hecho mención al término de los cuatro (04) meses, contáctenos para poder asesorarle en el paso a seguir.

Sabemos que el reintegro laboral puede ocasionar dolores de cabeza, por todo lo que dicha figura genera en las organizaciones, ya que es una situación para la que nadie se prepara, por esa razón, es importante comprender que en esos casos no hay reglas absolutas y en tal sentido, si su empresa se ve abocada a atender una orden de reintegro, la mejor recomendación es que, previo a cualquier acción, siempre cuenten con nuestro acompañamiento, para valorar cada caso en concreto y así puedan tomarse las mejores decisiones.